Occonel de La Motta, autor de Gibraltar: La Babilonia del Caribe, nació en Venezuela en septiembre de 1968 y fue criado en el apacible pueblo de El Batey por su abuela paterna y dos tías, junto a su hermana mayor.
A lo largo de los años, fue conociendo a varios de sus quince hermanos, descubriendo su extensa familia poco a poco.
Desde temprana edad, Occonel mostró talento y disciplina en el deporte.
En El Batey, donde se practicaban diferentes disciplinas, destacó en el boxeo, representando a su municipio en un campeonato en Maracaibo, donde obtuvo una medalla de bronce, un orgullo para su comunidad.
La infancia de Occonel estuvo marcada por su amor por las historias.
Las narraciones de sus tías lo fascinaban y, con el tiempo, comenzó a leerlas él mismo.
Su educación comenzó en El Batey y, tras algunos años, continuó sus estudios en San Francisco, en el estado Zulia.
Las difíciles condiciones políticas y sociales de Venezuela lo llevaron a buscar nuevas oportunidades en Sudamérica.
En Perú, donde residió durante cuatro años y medio, cultivó grandes amistades y vivencias enriquecedoras.
Fue allí donde surgió la idea de su manuscrito, el cual estuvo tentado a dejar en un banco de una plaza para que algún lector curioso lo encontrara y lo leyera.
Sin embargo, Occonel decidió emprender un viaje hacia Estados Unidos en busca de nuevas aventuras.
Su travesía incluyó el paso por la espesa y peligrosa selva del Darién, recorriendo toda Centroamérica hasta México.
Atravesó el vasto territorio mexicano hasta llegar al Río Grande, donde se entregó a las autoridades estadounidenses para solicitar asilo.
Durante este proceso, sus pocas pertenencias, que estaban mojadas, fueron retiradas por las autoridades; entre ellas, se encontraba su preciado manuscrito.
La pérdida de su manuscrito fue un golpe devastador, una pausa en su mundo que lo dejó en estado de shock.
Al ser devuelto a México, Occonel aprovechó los tres meses que trabajó en tierras aztecas para reconstruir su obra con dedicación y esfuerzo.
Hoy, ese manuscrito que casi se pierde en la adversidad se ha convertido en la historia que podemos disfrutar, una obra que refleja las experiencias, la perseverancia y el amor por la narración de Occonel de La Motta.