Los demonios hablan desde el infierno es una narrativa que nació de mi inquietud por explorar las voces de aquellos jóvenes que la sociedad etiqueta como “demonios”. En esta obra, me adentro en sus historias, relatadas desde las cárceles que ellos mismos consideran su “infierno”.
A través de sus palabras, he buscado plasmar una perspectiva cruda y sincera de vidas marcadas por las circunstancias, esas que conducen a la marginalidad y, finalmente, al delito.
El protagonista, “Pecas”, es el reflejo de un destino moldeado por la adversidad. Su vida, construida en medio de un caos donde la supervivencia lo empujó a un camino delictivo, atraviesa las distintas cárceles de Venezuela, desnudando la realidad penitenciaria de un sistema roto.
En su historia, se mezclan la dureza de lo cotidiano con una realidad mágica que transita entre lo social, lo político y lo humano.
Este relato, aunque imaginario, está profundamente inspirado en las decadencias que han marcado a los países de América Latina, y en particular a Venezuela, en los últimos cincuenta años.
Me motivó la reflexión sobre los intentos de algunos gobiernos por instaurar un “hombre nuevo”, una promesa que, bajo políticas socialistas y populistas, nunca logró materializarse. Este libro es, entonces, un espejo de esas fallas, un testimonio de la complejidad de nuestra sociedad y un intento de dar voz a quienes han sido silenciados.